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Culto

Paulina García: “Lo importante es elegir proyectos que te toquen la fibra como actriz”

La actriz chilena está en la película panameña Querido Trópico y acaba de estrenar la cinta colombiana Horizonte.

Paulina García en una escena de la película Querido Trópico, donde interpreta a Mercedes, una mujer con síntomas de demencia.

De cierta forma, todo empezó a cambiar con Gloria, la película que en febrero del 2013 le otorgó a Paulina García el Oso de Plata a Mejor Actriz en el Festival de Berlín. Desde ese momento las ofertas comenzaron a arreciar en lsu vida, empezando por Little Men, cinta estadounidense del 2016 donde compartía junto a Greg Kinnear.

En la misma época entró al generoso territorio de las series con Narcos, donde ella fue Hermilda Gaviria, la madre del líder del cartel de Medellín, Pablo Escobar. Tal vez esta producción la puso en el ojo del público masivo, sobre todo del más joven, el que no recordaba su temprana actuación en la teleserie Los Títeres con sólo 24 años.

Hoy, con un ritmo de trabajo que la lleva de país en país, de drama a drama y de series a películas, Paulina García figura en los cines chilenos con Horizonte (2024), película colombiana donde las cicatrices de la guerra cruzan la trama. Y en el Festival de Cine Sanfic que va del 17 al 24 de agosto, también estará el filme panameño Querido Trópico (2024), por el que fue premiada en el último Festival de Biarritz (Francia).

Mercedes (Paulina García) y Ana María (Jenny Navarrete) en Querido Trópico, de Ana Endara.

Interesada en los virtudes y defectos de la política, Paulina García incluso fue una ficticia presidenta de Chile en la película argentina La Cordillera (2017), donde también estuvo Ricardo Darín en el rol de un mandatario trasandino. Y, a propósito de política, justo antes de esta entrevista, la actriz acababa asistir al debate de los cuatro candidatos del oficialismo.“Yo estoy por Carolina Tohá. Estoy clarísima al respecto. Por eso fui al debate también. Quería verla argumentar y actuar”, comenta.

En un eventual gobierno de ella, ¿le gustaría una continuidad cultural de lo que ha hecho Boric?

Es difícil hablar de continuación en la medida que el actual gobierno tuvo mucho de agraz. Hubo que compensar muchas deficiencias que venían del período de la pandemia y del estallido. Más allá de lo cultural, esta istración debió hacerse cargo de fenómenos como la migración, que nos tiene ahora de cabeza. Por eso es difícil hablar de continuidad. Chile necesita un cambio. Creo que hasta el candidato Gonzalo Winter no puede hablar sólo de continuidad. Se necesitan golpes de timón un poco más fuertes.

A propósito de migración, en Querido Trópico es una chilena que dejó nuestro país por Panamá.

Sí. Se llama Mercedes. Ella ya llegó hace muchos años, formó una familia, tiene una empresa, tiene dinero, una buena situación.

¿Cómo llegó a la película?

Fue una invitación directa de la realizadora panameña Ana Endara. Me llamó la atención esta historia de dos inmigrantes, pero con realidades muy diferentes. Una de ellas, Ana María, es muy pobre y básicamente no ha conseguido nada, mientras que la otra, Mercedes, vive bastante bien, pero a su edad comienza a tener ciertos signos de demencia. Además, es terca y obstinada. Está acostumbrada a hacer todo por sí sola, pero de repente su familia le pone a esta chica para que la cuide. Mercedes se opone, se resiste. Es ahí cuando empieza un proceso en el que Ana María comienza a ganar su confianza. Este cambio va en paralelo al empeoramiento de su condición. Pierde la batalla contra la cordura, pero gana la de la ternura. El rodaje anduvo tan bien que estaré en dos películas más de Ana Endara.

¿Cómo fue la experiencia en la colombiana Horizonte?

Bastante más ardua. Tuvimos que viajar por distintos parajes de Colombia, en cuatro departamentos (regiones) distintos del país. Tuvimos que ir a los 3 mil metros de altura, luego bajar desde los páramos a los llanos orientales y de ahí volver a Bogotá para después subir a otras zonas.

¿Cuál es es el criterio para elegir proyectos en Latinoamérica?

A veces es simplemente un guión magnífico y ni siquiera conoces al director. O un elenco que puede ser muy atractivo. O un cineasta que te provoca y te motiva. Incluso todo un país que te llama la atención. Lo importante es que te toque la fibra como actriz.

¿Qué proyectos tiene?

Estaré en una película costarricense que se llama Amor es el Monstruo. No puedo decir mucho más al respecto. Hice hace poco una en Argentina que aún no se estrena (Las flores de Julia, de Cris Tapia Marchiori), otra en Perú (Dime Cuánto me Quieres, de Camila Zavala), que está en posproducción, y otra más en México (Nora y Ely, de Lorena Villarreal).

Paulina García en una escena de la película colombiana Horizonte, actualmente en cines del país.

¿Hay mucha diferencia entre los niveles de producción en los distintos países?

Las diferencias las marcan siempre los presupuestos, el dinero. Con más dinero hay más tiempo y calma para hacer las cosas. Pero no necesariamente un filme o serie producido por alguna plataforma internacional tiene más recursos que una coproducción latinoamericana. Sumando y restando yo diría que en Chile se trabaja muy bien en comparación a otros países. Por ejemplo, hubo un gran trabajo en la reciente serie inspirada en el caso Matute, donde yo estuve. Ahora bien, en Querido Trópico quizás no contábamos con todos los recursos del mundo, pero gracias a la gestión la película se estrenó en los festivales de Toronto, San Sebastián o Biarritz, donde fue premiada. Después de todo, cada vez hay menos superproducciones, aunque a veces salta la liebre también.

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